lunes, 6 de octubre de 2014

Así se combatía con una armadura medieval



Todos estamos acostumbrados a ver armaduras medievales, ya sea en los libros , expuestas en museos o a través del cine. Pero aunque las tengamos muy vistas, yo creo que no es fácil hacerse una idea de la capacidad real de movimiento y la utilidad que tenían para el guerrero que iba dentro.

Muchas veces tenemos la impresión de que eran un estorbo porque moverse era dificilísimo, pero lo cierto es que con el entrenamiento adecuado un caballero con armadura podía tener bastante movilidad y además era un auténtico tanque, pues para un guerrero sin protección herirlo era una labor complicada y quedaba totalmente expuesto.

De hecho, las armaduras eran una de las razones de que reyes y nobles participasen en primera fila de las batallas sin registrar una mortandad exagerada, pues las posibilidades de recibir una herida mortal se reducían exponencialmente.

 En este vídeo de la Universidad de Ginebra podéis ver de un modo más realista del que suele aparecer en las películas cómo era luchar con una de estas armaduras y el margen de movimiento de su portador.

Es fácil comprobar cómo se era prácticamente invulnerable al golpe directo de una espada y se hacía fundamental la lucha cuerpo a cuerpo para doblegar al adversario.

 Además, aunque naturalmente se reducía mucho la movilidad, subir escaleras, levantarse del suelo y otros movimientos eran relativamente rápidos si se hacían con la técnica adecuada.

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